Siete de cada diez trabajadores jóvenes están en situación de informalidad en Argentina. El dato se desprende de un estudio realizado por el Instituto Interdisciplinario de EconomÃa PolÃtica (IIEP), dependiente de la Universidad de Buenos Aires, que indica que los jóvenes de entre 16 y 24 años son los que experimentan una tasa de informalidad más elevada a nivel nacional.
El Indec publicó su informe sobre la situación del mercado laboral, y en el tercer trimestre del año la tasa de informalidad total afectó al 43,3 por ciento de los trabajadores. Los independientes -quienes tienen menor nivel educativo- y las mujeres están entre los más vulnerables. Sin embargo, los jóvenes registran niveles de informalidad laboral sensiblemente más altos que el resto de los grupos etarios.
En el segundo trimestre de 2025 la tasa alcanzó el 67 por ciento, casi 24 puntos porcentuales por encima del promedio general, lo que implica que cerca de siete de cada diez trabajadores de entre 16 y 24 años trabajan en condiciones informales: sin aportes jubilatorios, cobertura de salud, y están sin protección frente al despido, accidentes laborales, aguinaldo o vacaciones impagas.
SIN HORIZONTE
Se trata de una radiografÃa de época: el mercado laboral no ofrece horizontes de progreso para las generaciones más jóvenes, lo que alimenta el desaliento desde edades tempranas, y la desconfianza hacia el sistema. En ese contexto, el llamado voto bronca o antiestado aparece como una expresión polÃtica de peso. No es casual que Javier Milei haya concentrado su mayor caudal de votos entre los sectores más jóvenes. Los cálculos presentados se desprenden del informe coordinado por Roxana Maurizio y Luis Beccaria, y elaborado por el área de Empleo, Distribución e Instituciones Laborales (Edil), perteneciente al Iiep de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.
En paralelo, el 43,3 por ciento del total de los ocupados se encontraba en situación de informalidad, según las últimas mediciones disponibles. La incidencia fue del 36,7 por ciento entre los asalariados, lo que da cuenta de que cuatro de cada diez personas ocupadas desarrollan su actividad al margen de la legislación laboral, impositiva o de la seguridad social. Esa proporción llega al 64,7 por ciento entre los trabajadores independientes, que constituyen un grupo social claramente más vulnerable.
Según observaron, en el segundo trimestre de este año el 38 por ciento de los trabajadores informales eran pobres, mientras que esa cifra se reducÃa al 5 por ciento para los trabajadores formales. El umbral de pobreza se definÃa en el perÃodo por el valor de unos 360.000 pesos mensuales por adulto.
Retomando el análisis según grupo etario, los trabajadores de entre 45 y 64 años (60 años en el caso de las mujeres) son quienes experimentan la tasa de informalidad más baja (34,6 por ciento). Le sigue en incidencia el grupo de entre 25 y 44 años (42,9 por ciento) y el de 65 años (60 años en las mujeres) y más (con un 53,1 por ciento). Por lo tanto, la mayor incidencia de la informalidad se da tanto al comienzo de la vida laboral como en su etapa final.
EDUCACIÓN Y GÉNERO
 La tasa entre los trabajadores con nivel educativo universitario en el segundo trimestre de 2025 fue del 17,8 por ciento; en tanto, 25,3 puntos porcentuales adicionales (43 por ciento) fue la tasa entre los trabajadores con nivel educativo intermedio (secundario completo o universitario incompleto), para alcanzar el 65,1% entre los trabajadores que no completaron la educación media.
Por último, la tasa de informalidad femenina supera a la masculina en casi todos los grupos etarios, con excepción del tramo de edad entre 16 y 24 años. Cuando se combinan ambos atributos se observa que son los hombres jóvenes quienes exhiben la tasa de informalidad promedio más elevada, del 67,3 por ciento. En tanto, en el otro extremo, los hombres de 45 a 65 años registran la tasa de informalidad más baja de todos estos grupos (33,7 por ciento).
Fuente: Norte Corrientes